Más de 1.4 millones de personas solicitaron la semana pasada el subsidio por desempleo en Estados Unidos, un incremento respecto a la semana anterior, que refleja el resurgimiento de casos de COVID-19, de acuerdo con las cifras divulgadas este jueves por el Departamento de Trabajo.
La semana anterior el Gobierno había recibido 1.3 millones de solicitudes y las cifras de la semana que concluyó el 18 de julio muestran el primer incremento desde que a finales de marzo el Ejecutivo recibió el número sin precedentes de 6.8 millones de pedidos de la prestación por desempleo.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, un dato que compensa las variaciones semanales y refleja la tendencia, fue de 1.36 millones, comparado con 1.37 millones de trámites hasta la semana anterior.
El informe del Departamento de Trabajo indica que en la semana que concluyó el 11 de julio había 16.19 millones de personas que recibían el subsidio convencional por desempleo pagado por los estados, comparado con 17.33 millones en la semana anterior.
Antes de que en marzo la pandemia de COVID-19 paralizara la economía, durante varios meses el promedio de solicitudes de subsidio por desempleo había estado en alrededor de 210,000 trámites semanales.
El índice de desempleo, que también por varios meses había estado en alrededor del 3.5 %, saltó al 14.4 % en abril y desde entonces ha ido disminuyendo hasta el 11.1 % en junio, pero los economistas consideran que una reanudación apresurada de las actividades industriales y comerciales pueda contribuir a más casos de coronavirus.
En marzo, el Congreso aprobó y el presidente Donald Trump promulgó un multimillonario programa de estímulo económico que incluyó el envío de un cheque de 1,200 dólares a millones de personas, y una extensión del seguro por desempleo a 600 dólares por semana.
El paquete de medidas también creó un programa federal de subsidio por desempleo que cubre a trabajadores independientes y subcontratistas que no están amparados por la prestación convencional.
La Cámara de Representantes, con mayoría demócrata, ha aprobado un segundo paquete de estímulo económico, pero el programa está atascado en el Senado, donde la mayoría republicana está dividida acerca de la extensión de los subsidios, incluida la prestación por desempleo que expira a fin de julio.